Cuando llega el verano llega también el delirio…
Aparecen profundas miradas sobre aquello antes no
visto ¡Todo deslumbra! El mundo luce provocativo y dispuesto. La luna calienta,
la ropa se transforma en sudores desconocidos en otras estaciones más pobladas.
Allí están las bocas, te sonríen desde la fantasía, todo se
humedece. Los labios son escarlatas,
fluye sangre pesada que arranca venas y se evapora en el respirar pausado…excitado.
Los cuerpos bailan en los torrentes; las cinturas se mueven
ante el más suave de los ritmos. Aquí estamos.. ¡arrancándonos las pieles! Suspirando
al unísono palabras ardientes…
¿Por qué no vienen noches pasadas, futuras e imaginadas? ¿Por
qué no vienen a derretirse en las temperaturas de la habitación?
La combustión de los vientres amenaza incendio… en el verano
nada la apaga…
… entonces llega el delirio a jugar alrededor de la hoguera.
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