CARTA DE AMOR A MI MASTURBACIÓN

Hola fémina. Para ti hoy son mis suspiros...

Ya que te encuentras en silencio en ese engañoso sueño poco profundo en el que pasas tus días, teniéndote  acá cerca, tan dentro mío, intentare describir con palabras lo que tú me das con gemidos.

 

Acá entre nos, las dos nos conocemos hace poco. Sin presentación fuiste  mi amor a segunda o tercera vista. Ya  te había sentido antes, debes recordarlo, las caras de ojos cerrados y respiración entrecortada no se olvidan. Pero no fue el momento. El amor  que surge en la madrugada pocas veces llega al ocaso. Esperamos. Nuestro primer beso debía ser libre de culpa, el acuerdo silencioso clausuro nuestro primer trato.

Cuando volvimos a encontrarnos, varias cosas habían pasado por el terreno de tus dominios. Ahora,lo recorriste con confianza midiendo cada milímetro con fina maestría. Esperé nerviosa, ligera, expectante, el roce de tu piel renacida en mis manos. Me tocaste con furia encandilada y caí presa de tus encantos. Desde ahí  te amo, tú lo sabes, apareces cuando quieres, encaprichada amante. 

Una mañana amanecí extrañándote ¿Por qué no volvías hermosa viajera? Otras caricias y besos querían remplazar lo tuyo y lo mio. Entonces te llamé sin prisa, imitando esa paciencia que me has enseñado con los años, respondiste enseguida y me sumergiste en tu manto. Tuvimos una conversación extensa y decidimos que la variedad sería nuestro tema, el poliamor, la libertad para no fijar cadenas. 

Me miraste con amor y bailamos tangos en mis caderas. Sin sonrojarse, seducidos, los muslos crearon los compases del ritmo. Éramos tú y yo acercándonos al punto de la certeza, donde descansa el placer en deliciosa tibieza. 

 Espero siempre me acompañes, eres una de las fuentes de mi delirio.

Siempre tuya y siempre mía

MANDIGUAGUA